«Y si, como se nos decía, que para aprender una lengua —sea el latín, el griego o el inglés— había que introducirse en sus pliegues acercándonos a ella de la mano de lo ya escrito, de un texto, este sería ahora un edificio, cualquiera incluso, en el acervo de lo construido. Es allí, en lo ya construido, donde hay que aprender a construir. Los edificios que estamos levantando hoy, por un lado, y el legado que nos dejó el pasado, por otro. La 'lectura' de un edificio, el conocimiento del mismo, si se quiere, el entrar en él, implica explicarnos cómo se construyó, la condición instrumental o simbólica que lo inspiró, las técnicas de que dispusieron quienes lo levantaron, las implicaciones ideológicas tras el mismo, su dependencia, o no, de las normas... y, naturalmente, y puede que como condición previa, el entendimiento de cuál sea la naturaleza del 'artefacto', de aquel singular objeto que es un edificio, lo cual es tanto como ser capaces de entender el significado que para nosotros tiene la arquitectura.»
Rafael Moneo: Sobre la Columna (2022)
0 comentarios:
Publicar un comentario